Cuando renunciamos al inédito potencial creativo de nuestra alma, la balanza interior se desequilibra a favor del condicionamiento imperante y buscamos a tientas algún tipo de escurridiza seguridad en los senderos trillados. Cuando delegamos en manos ajenas la responsabilidad de llevar las riendas de nuestra vida, marchitamos la libertad y el poder de crecer en coherencia y libertad. Cuando no asumimos la gestión de nuestros errores, emociones o decisiones, caemos en dinámicas asfixiantes y mecánicas que poco a poco nos carcomen por dentro.
Pero siempre es posible aprender a soltar esas viejas cadenas y a redescubrirnos, más libres, con menos amarras. ¡Feliz y refescante verano de renovación!
junio 2023
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Como siempre... un placer leerte y aprender de ti Isabel.
Es muy interesante lo que comentas: "Cuando renunciamos al inédito potencial creativo de nuestra alma, la balanza interior se desequilibra a favor del condicionamiento imperante y buscamos a tientas algún tipo de escurridiza seguridad en los senderos trillados".
Yo creo que muchas veces abusamos de ir por la Vida en modo "piloto automático" y eso hace que nuestra esencia, nuestro auténtico yo interior no se ejercite, no se desarrolle y jamás llegue a su máximo potencial. Funcionar con el piloto automático está bien en ocasiones puntuales, pero... es muy recomendable que cojamos el volante de nuestras Vidas, para no terminar en destinos no deseados.
(Gracias 🤗 por el post Isabel)